Un sistema de cuidados para remover las raíces culturales de la desigualdad

flacsoEn el cierre del seminario internacional “Perspectivas feministas de la construcción de políticas de cuidado” que, bajo la coordinación de su Nodo Feminismo y Políticas de Cuidado, convocó Flacso Uruguay coincidiendo con sus 10 años de trayectoria en el país, en mesa redonda se analizaron los avances y desafíos del proceso uruguayo en la materia. Las conclusiones finales corrieron por cuenta de la experta invitada Juliana Martínez Franzoni.

En la ronda de intervenciones donde se analizaron los logros alcanzados y los desafíos pendientes en la construcción de una política de cuidados en Uruguay, coincidieron representantes de gobierno y de la sociedad civil. Entre los primeros estuvieron el Ministro de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Ernesto Murro; la directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Mariella Mazzotti; la directora general de Educación del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Rosita Angelo; el coordinador general de la Oficina de Planificación y Presupuesto (OPP), Pablo Alvarez y Pablo Massini, de la Secretaría de Cuidados del Ministerio de Desarrollo Social (Mides).

La segunda estuvo representada por Clara Fassler de la Red Pro Cuidados y Soledad Salvador del Centro Interdisciplinario de Estudios del Desarrollo Uruguay (Ciedur). La moderación estuvo a cargo de Carmen Beramendi, directora de Flacso Uruguay.

Del panel se esperaban insumos para aportar al proceso local, a través de la valoración de avances y desafíos, en el marco de la integración de la mirada y perspectiva de los diversos sectores sociales.

En la presentación del Nodo Feminismo y Polìticas de Cuidado de Programa de Género y Cultura de Flacso, su coordinadora Isabel Pérez planteó como un desafío la consolidación de ese espacio, desde el que se está empezando a trabajar con Inmujeres y otras dependencias del Mides, incluyendo a su Secretarìa de Cuidados, y que consiste en un piloto a desarrollarse en el año en curso en los Centros Caif sobre cuidados de calidad a niñas y niños.

Una primera observación general sobre el desarrollo del panel es la coincidencia en muchos aspectos. Entre ellos, la valoración de la Ley , que crea el Sistema Nacional Integrado de Cuidados (SNIC), como una plataforma para exigir a las autoridades la prestación de cuidados en tanto derecho y la presencia de la lógica intersectorial en el enfoque de la política pública en construcción.

Ministro Murro: hay que aprovechar lo que hay

Para el ministro Murro el gran avance es estar discutiendo e implementando el SNIC, no solo porque es una propuesta del gobierno sino porque se reconoce como una necesidad social: “Se trata de una construcción necesaria para el desarrollo del país. Uruguay no puede avanzar sin eso”.

“Podemos hacerlo y hay capacidad de hacerlo”, asegura, fundado en los avances locales en materia de seguridad social: en Uruguay se jubilan 9.5 de cada 10 adultos mayores, mientras que en América Latina solo lo hacen 4 de cada 10; hay seguro de paro con el que cuentan solo un tercio de los países del área y asignaciones familiares. También mencionó como antecedentes las experiencias piloto llevadas a cabo entre el Banco de Previsión (BPS) Social –que antes presidiera- y el Mides en materia de capacitación de gente para cuidar gente y teleasistencia.

A la lista de avances agrega los hogares para adultos mayores y personas con discapacidad y los 20 cursos de equinoterapia que se gestionan junto con el Ejército Nacional. La enumeración incluyó también lo que Murro considera “infraestructura subutilizada de organizaciones sociales”, como las 120 asociaciones de jubilados y pensionistas, las 30 instituciones que atienden discapacidad, los más de 100 “clubes de abuelos” y los 100 hogares de ancianos sin fines de lucro, vinculados al BPS.

El desafío según el ministro es “aprovechar todo lo que hay y hay mucho, más allá del presupuesto que podamos obtener”. Probablemente esta referencia apunta a los dos recortes que sufrió el presupuesto para cuidados: el primero que afectó particularmente a las prestaciones para adultos mayores y el más reciente en el marco de la Rendición de Cuentas, que afectaría al número posible de asistentes personales.

A modo de ejemplo de cómo se puede mejorar lo que ya hay, mencionó la negociación colectiva que se desarrollará a fines octubre próximo, que considera un espacio útil para interrelacionar el SNIC con la creación de guarderías en las empresas.

“Tenemos fortalezas para encarar el desafío y además una experiencia importante de participación social en la gestión pública, tanto en salud y como en seguridad social, entre otras”, concluyó Murro.

MEC: desnaturalizar roles y profesionalizar

La directora de Educación del MEC destacó la necesidad de trabajar en” espacios de formación y habilitar a instituciones privadas que la brinden”. Al respecto, Angelo recordó que hay que desnaturalizar las concepciones del rol femenino y pensar en cuidados con profesionalización y corresponsabilidad, lo que para ella es el gran desafío. El relacionamiento intergeneracional y inclusión de la discapacidad son otros aspectos que a su juicio hay que tener en cuenta enla formación de cuidadores, agregando la territorialidad entre los indicadores, en atención al proceso de aceleración urbana que se ha producido.
Señaló también una doble tensión: necesidades y recursos por un lado y por otro imaginarios de las familias.

OPP: transformar, no compensar

Pablo Alvarez , coordinador general de la OPP, sitúa los impactos positivos del SNIC en el mejoramiento de la organización del trabajo y de las relaciones entre el saber y el poder , enfatizando en que hará mella en la discriminación social. Advierte, sin embargo, que “hay que romper (con los viejos esquemas), no compensar, que es diferente y si no se logra no tendría sentido el esfuerzo”.

La dificultad la encuentra en la financiación e invita a seguir pensando de dónde pueden obtenerse más recursos y cómo destinarlos.

“La sociedad como está no está bien. Hay que apostar a una economía de la actividad cívica y acompañar con apoyo político, económico y ejercicio militante en la vida cotidiana”, afirma Alvarez.

Inmujeres: cuarto pilar de la protección social

“Para el Inmujeres, el SNIC como política pública es uno de los ejes principales de trabajo y podría ser la principal política pública de género que impulsa el Estado”, afirmó Mariella Mazzotti, advirtiendo que “con la igualdad como horizonte, incluye tomar en cuenta las expectativas, roles, creencias femeninas y masculinas”.

Caracterizando al SNIC como el cuarto pilar de la protección social, considera que “El desafío es llevarlo adelante en el entramado de miradas técnico/políticas. También obliga a mirar a las familias y sus necesidades en términos de sistema”. Para la directora de Inmujeres, la corresponsabilidad de género tiene que ver con cambio cultural, funcionamiento del hogar, cómo lo ve la sociedad, trabajo de cuidadores como profesionales, políticas de empleo…

La formación de asistentes personales no es solo capacitación, advierte: hay que atender a lo que al cuidar se transmite en materia de valores, imagen, creencias. Inmujeres, que asesora al SNIC, participa en contenidos de la formación.

Pensando en una de las tres poblaciones priorizadas para el cuidado –niños y niñas que aprenden lo fundamental del comportamiento en los primeros años de vida- “el papel de las personas que se forman puede ser transformador o reproductor de roles, estereotiopos, violencia”, enfatizó Mazzotti.

Secretaría de Cuidados del Mides: más que un plan, un sistema

Pablo Massini, representando en el panel a Julio Bango, titular de la Secretaría de Cuidados del Mides, hizo hincapié en la corresponsabilidad como proceso que viene acompasando los aportes de la sociedad civil, porque apunta a las bases sustantivas de lo social y a la democracia.

Valoró la composición de la mesa, por reflejar la construcción de un discurso y una política única, y llamó a transformar las fronteras entre la salud, la educación y los cuidados, a pensar más que un plan –que ya existe- en un sistema porque implica cambiar cultura también en lo institucional y que los organismos del Estado empiecen a tener proyectos en línea con los cuidados.

Red Pro Cuidados: enfoque de derechos

Clara Fassler, con extenso trabajo en la materia desde la Red Género y Familia y la Red Pro Cuidados, espera que la semilla sembrada pueda germinar “en el sentido en que se pensó” desde esos espacios. “No se trata solo de una política o más servicios: la preocupación apunta desde la percepción de la inequidad social generada por el género y la invisibilidad”, dijo, destacando la dimensión de los cuidados como derecho inmanente de la persona a ser cuidada.

“Los cuidados junto con educación, salud, vivienda, son parte fundamental del bienestar, son para vivir mejor, no para compensar necesidades. Siendo un derecho hay capacidad de obligar a las autoridades a otorgarlos y la obligación de exigirlos”, afirmó.

Por otra parte, destacó que la interacción del Estado y la sociedad civil tiene que instrumentarse como mecanismo que genere un diálogo permanente , con oportunidad para esta última de expresar y monitorear. “El SNIC es la gran oportunidad de organizar y vitalizar a la sociedad”, aseguró.

Ciedur: la sustentabilidad humana

Desde su trabajo en Ciedur y la Red Pro Cuidados, la economista Soledad Salvador evalúa que en materia de cuidados “tenemos mucho conquistado”. Como avance señala la buena interacción entre el Estado y la sociedad civil y el trabajo intersectorial.

A nivel del Estado cree que debe ir” agrandándose el equipo”. Admitiendo que en la situación actual para las empresas no es tan fácil manejar mujeres por sus necesidades de cuidar que hombres sin responsabilidades familiares, afirma que “El horizonte es la equidad de género para que se pueda alcanzar la equidad social”, y valora como “más importante que una economía en aumento, la sustantabilidad humana”, a la que contribuye un sistema de cuidados que facilite a las mujeres tener las mismas opciones que los varones al dejar de estar condicionadas por lo familiar.

“El SNIC es importante para transformar las bases sobre las cuales se basa el sistema económico”, concluyó.

Fuente: http://www.republica.com.uy/un-sistema-de-cuidados-para-remover-las-raices-culturales-de-la-desigualdad/582174/

Foto: http://www.republica.com.uy/wp-content/uploads/2016/09/flacso.jpg